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          Si el mundo me invita a un café esta mañana, 
            podré sobrevivir. 
            Después de todo, nadie más que el viento 
            me trajo hasta aquí. El viento y la locura 
            de hablarle en voz alta, sin pedirles permiso 
            a los dioses de arena. 
            "No amé a quienes amé lo suficiente". 
            (tan sólo con reconocerlo podría regresar.) 
            El exilio es una perla barroca 
            pero el destierro un túmulo orgulloso de sus frases 
                                                      inconclusas. 
Las hojas del banano le dan una desganada frescura 
a mi rincón (a mi mirada). 
Veo a la vida como algo desenfocado y hermoso. 
Un bosque que susurra, 
sólo hay que esforzarse por escuchar. 
           
               
                 
 Notas: 
 "no amé a quienes amé...": Derek Walcott 
          
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