| Voy hacia el nombre
 Y es siempre el terror a los veranosy el lento no saber.
 Voy hacia el nombre.
 Tal vez me llame invierno
 en el país del lenguaje.
 Cuando no hay viento,
 y el silencio se olvida de cerrar
 una ventana,
 hago el refugio en mi imagen perdida.
 El alma
 desparramada por los mundos,
 reúne sus pedazos
 en las noches sin luna.
 El universo entero
 se acerca de puntillas a mi mesa
 cuando recobro la manera de mirar.
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